sábado, 27 de febrero de 2010

Demasiado pronto para amarte, demasiado tarde para olvidarte.


Y una vez más, escribo otra vez mis pensamientos.
Hoy quiero hablar del amor, o para aclararse mejor, de un amor imposible.

Qué facil es caer enamorado de una persona y qué difícil desenamorarse. Cuando te enamoras sólo estás disponible para esa persona: quieres que te atienda por encima de los demás, quieres que tú seas su prioridad.
Pasan días, semanas, incluso meses y sigues igual que siempre, sólo una cosa ha cambiado: tu amor por esa persona es más fuerte (o tal vez más débil).
Sigues encontrándote con esa persona, os cruzáis con la mirada, os dedicáis una sonrisa tímida...
Pero no todo es tan bueno.
Tus celos aumentan cada vez que ves a tu alma gemela con una persona de sexo opuesto a él. Pasas de tus amigos y sólo piensas en perseguir a esa persona y descubrir sobre ella.

Un día recuperas tu racionalidad y acabas conociendo la verdad:
1-Que esa persona NUNCA estuvo interesada en tener una relación contigo.
2-Por culpa de tu estupidez has perdido a tus amigos, de los cuales pasaste.
3-Todo se ha alejado de ti y lo único que piensas es "Tierra, trágame y no me saques nunca de la superficie".

Por tanto, aunque te enamores, siempre con los pies en la tierra.

Pero...¿Y si esa persona acaba confesándote el mismo sentimiento?
Al principio, todo es precioso, vais a todos los sitios juntos, vais agarrados de las manos, os dedicáis cuantos mimos queráis...Sólo tenéis ojos para vosotros dos, os da igual saltar reglas y normas, estáis profundamente conectados.
Supongamos que pasan bastantes meses o un año.
Tu novi@ empieza a ausentarse.
Se muestra más ocupado, y para colmo, más frío contigo.
Y entonces, ocurre...
Te pide que lo dejéis.
Meses y meses de sufrimiento, días y semanas llorando.

¿Esto es amar? ¿Esta es esa sensación tan cálida y placentera? ¡POR FAVOR!
Esto parece una historia de terror, jope >_<>

Amar es un sentimiento inevitable, puede sacar de tus mejores facetas a las peores. Pero da paso a mostrar unas cosas que nunca te sentiste. Por ejemplo, ¿desde cuándo habías tenido tantas ESPERANZAS? ¿Desde cuándo notaste tanta FELICIDAD? ¿Desde cuándo habías sentido que MERECÍA LA PENA VIVIR?

En fin, esa es mi conclusión (o eso creo...)

¡Hasta luego! Espero que les haga reflexionar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario